Etapa: 6 a 12 meses
6 a 12 meses
Tu bebé, que apenas interactuaba, se ha convertido en un curioso explorador, con una inquietud de descubrir el mundo que le rodea. Esta sección te guiará a través de sencillos consejos sobre cómo comenzar una dieta más interesante con alimentos sólidos, cómo comprender sus necesidades a medida que se desarrolla y lo más importante, crecer.
La dentición es un momento clave en esta etapa, para ti y tu bebé. Muchos bebés no sienten nada, pero para otros es bastante molesto.
El promedio de edad de la salida del primer dientecito suele ser alrededor de seis meses. Los primeros en aparecer son los dos dientes centrales de la parte inferior de la boca, seguidos de los dos centrales de la parte superior. Los últimos en aparecer son los molares, en la parte posterior, superior e inferior de la boca. La mayoría de niños tienen sus 20 dientes de leche a los dos años y medio.
SÍNTOMAS
· Sus pequeñas encías están doloridas y rojas, justo en la zona que va a salir el diente.
· Su mejilla puede estar hinchada.
· Además, quiere masticar todo el rato para calmar su dolor.
· También podría afectar a sus deposiciones, que podrían ser más blandas y tener un aspecto diferente.
· Tu bebé no está tan alegre, como de costumbre, a veces está de mal humor y llora más de lo normal, especialmente por la noche, cuando el dolor a veces no le deja dormir.
· Podría molestarle tomar la leche del pecho o del biberón, ya que la succión puede lastimar sus encías.
CÓMO ALIVIARLE
Puedes darle algo que masticar, para ayudarle a aliviar el dolor. Prueba con alimentos duros, como un trozo de pan, pero asegúrate de estar pendiente mientras se lo come, para evitar cualquier riesgo de asfixia. Los palitos de pepino o zanahoria bien fríos son una buena opción, envueltos en una gasa para evitar que se partan en trozos que no pueda tragar. Algunas alternativas:
· Ofrécele alimentos fríos, como un potito de manzana o yogur de la nevera.
· Bebidas frías, como el agua, la leche de fórmula o la leche materna.
· Puede masticar un anillo de dentición para aliviar el dolor de sus encías, es recomendable que haya estado en la nevera.
· Puedes masajear sus encías con un dedo, asegurándote de que esté bien limpio, o con un gel de dentición sin azúcar.
Es importante que consultes con tu médico para que te ayude a utilizar el mejor método.
Antes de comenzar a caminar, tu bebé tiene que gatear. Ésta es su manera de moverse ahora, y puedes comenzar a andar en cualquier momento, entre los 6 y 10 meses. No te preocupes si tarda un par de meses para conseguir mantenerse en pie y dar sus primeros pasos.
Intenta dejarle solo, por primera vez tu bebé sabe sentarse sin apoyo. Esto significa que sus músculos, especialmente los del cuello, se han desarrollado lo suficiente para soportar el peso de su cabeza y mantenerlo en posición vertical.
Unas pequeñas flexiones le ayudarán a levantase. No te sorprendas si hace movimientos extraños para intentarlo, hace lo que puede. Pero con el tiempo se empujará con sus rodillas hacia arriba y comenzará a moverse a cuatro patas.
¡Ya casi está preparado! Le va a llevar mucha práctica, pero pronto será un gateador imparable. Recuerda que este proceso puede tardar un par de meses, habrá momentos de lucidez asi que, ¡ten la cámara a mano!
Una vez tu pequeño aventurero está explorando a gatas, asegúrate de que no hay productos peligrosos a mano, guárdalos con llave en los armarios o fuera de su alcance. Ten cuidado con los manteles, podría tirar de ellos y es peligroso. La cocina es el lugar en el que más precaución debes tener.
Y ya casi está listo para uno de sus momentos más importantes, tu bebé ya se mantiene en pie y da sus primeros pasitos.
No tiene mucho equilibrio y sus piernas no tienen suficiente fuerza para apoyarse, pero tu bebé ya se mantiene sin ayuda. Es probable que veas a tu bebé agarrarse a los muebles para conseguir ponerse en pie. Puede incluso que ande agarrándose de un mueble a otro.
Cuando veas que ya se apoya lo suficiente, déjale caminar por su cuenta, pero siempre estando pendiente de él.
¡SENTADO!
Alrededor de los siete meses, tu bebé probablemente ya sea capaz de sentarse sin ayuda, durante periodos cada vez más largos. Es importante que no le pierdas de vista, ya que es fácil que pierda el equilibrio.
YA SABE ERUCTAR
Muy probablemente, en esta etapa tu bebé comience a eructar por sí solo. No hay un momento concreto que lo determine, si aún necesita ayuda es completamente normal. Con unas suaves palmaditas en la espalda sería suficiente. Si después de dos minutos no han expulsado el aire, puede que no necesiten hacerlo.
AGARRA TODO LO QUE TIENE A MANO
A los siete meses, más o menos, las habilidades de comunicación y coordinación de tu bebé van a progresar a pasos agigantados. Ya tiene mayor control con sus manos y, probablemente, ya pueda sujetar una taza y beber él solito, agarrar mejor las cosas e incluso aplaudir. Éstas se conocen como las habilidades motoras finas, que incluyen pequeños movimientos con la lengua. Puede que este proceso sea lento, pero va a jugar un papel muy importante en su habilidad para aprender a hablar.
Una vez tu bebé está comenzando a moverse por sí sólo, vas a notar habilidades sociales en su desarrollo, influenciadas por los estímulos que recibe.
Cada vez es más curioso y participa en los juegos que proponéis. Es el momento de probar los límites, asi que debes estar muy pendiente, podría tirar los juguetes, golpear cosas, aunque le hayas dicho que no debe hacerlo.
No te preocupes, todo pasará. Puede que olvide que le has dicho que no se debe hacer, ya que todavía está aprendiendo.
Si quieres detener un comportamiento en particular, una buena táctica es decir que no y distraerlo rápidamente, para que deje de hacerlo.
Tu bebé puede comenzar a ordenar los juguetes en tamaños y formas, esto en parte es una forma de encontrar la manera de relacionar objetos.
También comienza a ser más emocional, la ansiedad de la separación de sus padres puede empezar a aparecer. Hasta ahora ha estado acostumbrado a estar en su habitación, su pequeño mundo, y salir puede causarle cambios emocionales, ya es consciente si no estás cerca.
Antes de preparar el viaje, hay mucho que pensar.
Debes tener en cuenta algunas cosas.
LECHE
Es buena idea llevar la leche habitual del bebé en una botella, fabricada con material aislante, y una bolsa de hielo, para que permanezca fresca y seca. Recuerda que no puedes llevar alimentos calientes en el coche, podrían calentar la leche y sentar mal a tu pequeño. Si es leche de fórmula, debes llevarla en botellas esterilizadas.
TRANQUILIDAD EN EL RESTAURANTE
Es muy importante que mientras conduces tu bebé esté a gusto, por la tranquilidad de todos. Por eso, es importante que mantengas su calma. El asiento de seguridad debe estar abrochado correctamente. Si necesitas verle, primero asegúrate que está bien colocado.
TRANQUILIDAD EN EL AVIÓN
Si vais a viajar en avión, debéis llevar alimentos adicionales, ropa y pañales, por si hubiera algún retraso. Además, el despegue y aterrizaje pueden ser molestos para sus pequeños oídos. Consulta con la compañía aérea las restricciones de líquidos para evitar contratiempos.
TRANQUILIDAD EN EL RESTAURANTE
Es buena idea comprobar que el restaurante tenga sillas adaptadas para tu bebé. Además, estarán encantados de calentar la comida de tu bebé.
ESENCIALES
· Comida para tu bebé.
· Botellas o tazas con leche materna o de fórmula, para preparar el biberón.
· Utensilios para comer, como cucharas.
· Baberos y toallitas húmedas de bebé.
· Pañales.
· Ropa para cambiarle en caso de que fuera necesario.
· Toallitas antibacterianas, para limpiar superficies.
· Gel antibacteriano para tus manos.
El calendario de vacunaciones, diseñado para la infancia y la adolescencia, indica las edades en las que se han de administrar las vacunas consideradas por el CAV-AEP con perfil de sistemáticas financiadas, las que todos los niños de España reciben de forma universal, que incluye las vacunas oficiales ofertadas gratuitamente por cada una de las CC.AA; de sistemáticas no financiadas, que presentan un perfil de sistemática y que el CAV-AEP considera deseable que todos los niños reciban, pero que, por razones de coste-efectividad, su prioridad se establece en función de las posibilidades económicas de su financiación pública; y dirigidas a grupos de riesgo, como aquellas que se consideran indicadas para individuos en situaciones ambientales o personales que incrementen la probabilidad de presentar formas graves de la infección o desestabilización de su enfermedad de base.
Puedes ver el calendario haciendo clic aquí.
En la primera semana, tu bebé va a conocer al neonatólogo, el pediatra especializado en recién nacidos. Le hará una revisión a fondo de su cabeza, fontanelas, visión, boca, cuello, caderas, genitales, piel y ombligo. También debe realizar una auscultación cardiopulmonar, palpándole el abdomen. Comprobará, en definitiva, que todo va según lo previsto.
A los quince días, tu bebé tendrá su cuarto reconocimiento donde se revisa de nuevo su estado general, cordón umbilical, piel y tono muscular.
Al mes se produce la primera toma de contacto con su pediatra. Va a comprobar que su desarrollo es correcto, para descartar cualquier problema.
A los dos meses es el sexto reconocimiento y comienzan las vacunas.
A los cuatro meses el pediatra le hará controles de rigor, como tumbarle boca arriba, ver si aprieta una superficie con sus pies y si sonríe.
A los seis meses ya tenéis experiencia en esto de las revisiones, por lo que además del rutinario reconocimiento, te dará consejos y advertencias a esta edad.
Tu bebé está creciendo y es más curioso. Un simple armario es un mundo nuevo donde explorar. Esto significa que debes mantenerte siempre al tanto de los riesgos que tiene tu hogar y mantener a tu pequeño alejado de los peligros. Si hay un lugar en el que debes tener especial cuidado, es la cocina.
HAZLE COMPAÑÍA
Nunca dejes a tu bebé solo en la cocina. Si puedes, instala una puerta de seguridad en la entrada de la cocina. Recuerda no sentar nunca a tu bebé en una mesa, podría caerse.
CUIDADO CON LAS OLLAS
Los mangos de las ollas son muy fáciles de alcanzar por tu bebé y puede tirar lo que contenga o peor, caerle encima. Asegúrate de que nunca dejas un recipiente con un mango asomando, ya que puede llegar a ella, ten la costumbre de dejarlos hacia dentro, que no pueda alcanzarlo.
UTENSILIOS CALIENTES
Debes mantener también fuera de su alcance los hervidores de agua, cables, teteras, y bebidas calientes.
CUIDADO CON LOS MANTELES
O cualquier cosa que cuelgue de la mesa. Podría agarrarlo y tirar de ello, provocando que le caigan encima.
DÉJALE EN UN LUGAR SEGURO
Mientras cocinas, nunca lleves encima a tu bebé.
GUARDA TODOS LOS PRODUCTOS QUÍMICOS
Mantén bajo llave, o inaccesibles para tu bebé, los materiales de limpieza, jardinería, bolsas de plástico o medicamentos.
LIMPIA A FONDO CUALQUIER RESTO
Sobre todo, si algo se ha roto, ten cuidado de limpiar bien la superficie, cualquier astilla de cristal podría estar más lejos de lo que piensas.
A tu bebé le encanta jugar hasta ensuciarse, lo que no le gusta tanto es bañarse. Es importante que, con algunos trucos, la hora del baño se convierta en un momento divertido y relajante.
POCA AGUA EN LA BAÑERA Y A JUGAR
Es importante que la cantidad de agua con la que se baña sea segura, se recomienda que no sobrepase su ombligo y se bañe sentado. Debes usar un jabón pH neutro, pero si su piel es seca y con tendencia a dermatitis, usa un gel con pH ácido.
Para que sea más divertido este momento, podemos ofrecerle un muñeco para jugar o bañarse con su hermano, incluso contigo. Si repite las mismas acciones que un adulto, por ejemplo, lava también a sus muñecos como si fuera él mismo, se sentirá con mayor independencia, ya que cada uno cumple su papel. Es el momento de enseñarle las primeras normas de aseo.
No restrinjas el tiempo del baño exclusivamente a la higiene, que cante, juegue, salpique, vea sus libros de baño o juegue a hacer pompas, pero siempre por tiempo limitado.
LAVA SU PELO UN DÍA SI Y OTRO NO
Usa un champú con pH neutro en pequeñas cantidades. Puede resultarle muy molesto que le caiga el jabón por la cara, por lo que es buena idea que se tape la carita con una esponja seca o una toallita para evitar el contacto del agua con la cara. En casos más raros, puedes utilizar gafas de buceo, que además le resultarán muy divertidas. Cuando sea capaz, debes dejarle por sí mismo que se lave la cabeza, siempre supervisándole.
LAS ZONAS QUE AÚN NO PUEDE LAVARSE SOLITO
Hay zonas más delicadas que aún no puede lavarse por sí solo, como las orejas, especialmente delicadas por si entra jabón, no debes introducir nunca un bastoncillo, basta con lavarlas por fuera y, como mucho, una toalla para secar su interior. La nariz, simplemente con la esponja se puede lavar bien, o en casos de mucha suciedad, con suero salino. Es muy importante que el pequeño esté tranquilo y no se mueva, además de que repita los mismos pasos con su muñeco para aprender.
TEMPERATURA IDEAL
Debes controlar el agua con un termómetro y ponerla a su gusto, mezclándola desde que la echas en la bañera, no poner primero agua caliente y luego fría o viceversa. Si está acatarrado, puedes subir un poco la temperatura para que su nariz se descongestiones. Después del baño, le va a relajar mucho recibir un masaje con leche hidratante o aceite corporal.
A pesar de que sólo necesita cantidades muy pequeñas de vitaminas en su dieta, éstas son vitales para su crecimiento, desarrollo, aporte energético y protección de células y tejidos.
Una forma práctica y divertida de ayudarle a tener una dieta sana y equilibrada, es ofrecerle una dieta basada en los colores del arco iris: amarillo para alimentos ricos en almidón, marrón para carnes y/o legumbres (judías y lentejas) y rojos, verdes, morados y naranjas para verduras y frutas.
Si tu bebé recibe exclusivamente la leche materna, es recomendable un suplemento de vitamina D diaria de 10 microgramos. Pero es muy importante que antes de hacerlo, consultes con tu médico.
VITAMINA A
Ayuda a que sus huesos y dientes crezcan fuertes, mejora su visión y mantiene su piel sana.
VITAMINA B1 (TIAMINA)
Libera energía a partir de carbohidratos y ayuda a un crecimiento normal.
VITAMINAS B2 (RIBOFLAVINA) B3 (NIACINA) Y B6
Le aportan energía y, desarrollan su metabolismo y la formación de tejidos.
VITAMINA C
Es un antioxidante que, no sólo le protege de los radicales libres, sino que también ayuda al desarrollo de sus dientes, huesos, cartílagos y encías.
VITAMINA D
Mejora la absorción de calcio y fósforo, y ayuda a mantener fuertes sus huesos y dientes.
VITAMINA E
Es un antioxidante que protege la grasa de los tejidos del cuerpo, contra la oxidación.
ANTIOXIDANTES
Los radicales libres son sustancias que se liberan de las reacciones químicas de nuestro cuerpo, y causan daños en las células, las proteínas y el ADN. Por ello, los antioxidantes, como las vitaminas (vitamina A, C y E) luchan contra ellos.
MINERALES
Los minerales se pueden dividir en dos tipos, los que necesita el cuerpo en pequeñas cantidades, como el hierro, el zinc y el selenio, y los que necesita en mayores cantidades, como el calcio, fósforo y sodio.
CALCIO Y FÓSFORO
Ayudan a desarrollar y mantener los huesos y dientes sanos.
HIERRO
Construye los glóbulos rojos de la sangre.
ZINC
Aporta energía al metabolismo y mejora la formación de tejido.
SELENIO
Protege contra el estrés oxidativo.
MAGNESIO
Es un suministro de energía para el metabolismo y la formación de los tejidos.
Al ser más variada, la dieta de tu bebé puede correr riesgo de alergias. Nunca se es demasiado cuidadoso.
BUSCA SÍNTOMAS
Los síntomas se producen cuando el sistema inmunológico intenta hacer frente a esa comida. Puede provocar diarrea, dificultad al respirar, hinchazón o erupciones cutáneas. Estos síntomas se pueden desarrollar inmediatamente o varias horas después de comer. En casos muy raros y graves, la alergia puede conducir a la anafilaxia, que puede causar la inflamación de la garganta y la boca, muy peligrosa.
¿ESTÁ EN RIESGO TU BEBÉ?
La mayoría de bebés y niños pueden comer una dieta variada sin problema. Pero es más probable que tu bebé tenga alergia si cualquiera de los padres o hermanos tiene algún tipo de alergia alimentaria, sufren de eccema, asma o fiebre del heno.
PROBABLES ALERGIAS
Hay ciertos alimentos que son más susceptibles de causar alergias, como la leche, los huevos, el trigo, los frutos secos, las semillas de sésamo, la soja, los altramuces, el apio, la mostaza, el azufre, el pescado, crustáceos y moluscos. Debes evitar estos alimentos antes de los 6 meses e introducir, a partir de los 6 meses, cada uno por separado, para controlar posibles reacciones.
EVITA LA ALERGIA AL CACAHUETE
Si algún familiar directo del bebé tiene eccema, asma, fiebre del heno o cualquier otra alergia a alimentos, es buena idea que evites tomar cacahuetes si estás amamantando a tu bebé. Es aconsejable esperar, como mínimo, al tercer mes de edad, para ofrecer a tu bebé cualquier alimento que contenga o pueda contener cacahuetes. Asegúrate de verificar los ingredientes de los productos, por si pudiera contenerlos.
CONSULTA SIEMPRE LA ETIQUETA
Antes de ofrecer cualquier producto a tu bebé, verifica los ingredientes. Los alérgenos suelen estar claramente identificados.
Ya se sienta sin ayuda, mastica todo lo que se lleva a la boca, signo de dentición, y tiene más interés en la comida, incluso comienza a beber solo de una taza. Ya está listo para introducir alimentos más sólidos.
El establecimiento de buenas prácticas ayudará a tu bebé a aprender a comer de una forma saludable. Casi todos los bebés son exigentes con la comida, en algún momento. Aprenden a diferenciar lo que les gusta y lo que no, aprendiendo algo de independencia.
POCO A POCO
Ofrécele pequeñas porciones de alimentos que ya conozca e introduce alguno nuevo, adaptado a su edad.
TEN PACIENCIA
Si algún alimento no le gusta, ofrécele de nuevo una pequeña cantidad de ese alimento en una comida diferente. Puedes ayudarle a aceptar nuevos alimentos. A veces es necesario ofrecerles la nueva comida hasta 15 veces, no desesperes.
‘NEGOCIA’
Si no quiere comer algo, no le fuerces. Pero no trates de ofrecerle alternativas a ese alimento en ese momento, ya que le estás enseñando que hay otras opciones ‘mejores’.
BUENOS HÁBITOS
Aunque aún sea pequeño, tu bebé es capaz de reconocer los buenos hábitos e ignorar los malos. Por eso, aprenderán que con los buenos hábitos consiguen una reacción positiva. Pero es muy importante que no utilices la comida como recompensa, sino creerá que algunos alimentos son mejor que otros.
MAMÁ, ¡YA ESTOY LLENO!
No tengas miedo a dejarle decidir cuándo es suficiente. No es necesario obligarle a que acabe toda la comida del plato, si ya ha sido suficiente para él. Si le dejas, regulará su propio apetito.
BOCADITOS PEQUEÑOS
Puede comer pequeñas cantidades de comida a ciertas horas establecidas, sino no va a tener hambre a la hora de la comida. Ofrécele leche después de una comida, no le quitará el hambre para la siguiente comida.
ANÍMALE A EXPERIMENTAR
Tu bebé necesita explorar los alimentos, está bien dejarle jugar con su comida cuando es pequeño, que la coja, toque, se la lleve a la boca, y se alimenten ellos mismos.
En esta etapa debes dar a tu bebé entre 4 – 5 tomas diarias de leche, u otra cantidad que le recomiende su pediatra.
Pero lo ideal, es ofrecerle alimentos sólidos antes de la leche, para ayudar al destete. Debes evitar la adición de sal o azúcar a cualquier alimento, y si alguien en la familia tiene algún tipo de alergia, es importante consultarlo con el pediatra. Algunos alimentos que puedes comenzar a ofrecerle son:
· Carne, pescado, huevos, legumbres (lentejas o judías).
· Puré, verduras bien cocidas, guisantes partidos o garbanzos en puré y mezclados con verduras.
· Puré de tofu o legumbres bien cocidas.
· Trigo y otros cereales, frutos secos bien triturados o en mantequilla.
· Puré de fruta madura o cocida, como el plátano, o manzana y pera peladas.
· Yogurt natural y queso fresco.
· Comida fácil de coger con las manos, como palitos de zanahoria cocida o rodajitas de melón.
En cambio, en esta etapa debes evitar alimentos como:
· Leche de vaca: puede utilizarse como ingrediente en la preparación de alimentos para tu bebé en esta etapa, pero no es adecuado utilizarla como una bebida, por lo menos hasta los 12 meses.
· Azúcar: trata de evitar los alimentos y bebidas azucaradas para evitar posibles caries. Cepilla regularmente sus dientes para prevenirlas.
· Sal: los bebés no necesitan añadir sal a ningún alimento, no es bueno para sus riñones. Tampoco añadas sal cuando cocines sus alimentos.
· Grasas saturadas: evita los alimentos altos en este tipo de grasas.
· Marisco crudo: aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria, por lo que debes evitarlo.
· Pez espada, pez aguja y tiburón: pueden contener altas cantidades de mercurio, lo cual puede afectar a su sistema nervioso.