¿Cómo actuar si tu hijo se niega a comer?
Encontrarnos con que, a partir de un año, nuestro bebé no quiere comer o muestra rechazo a ciertos alimentos es un problema frecuente para muchos padres y madres. Ante todo, no hay que perder la calma.
En la mayoría de las veces, se trata de algo anecdótico y sin importancia. En otras, sin embargo, sí puede ser un síntoma de problemas que conviene tratar con un experto. Y es que por muy común que sea este problema, no existe una solución “general”.
No obstante, te contamos algunos datos a tener en cuenta para guiarte a la hora de tomar la decisión conveniente en cada caso.
Antes de angustiarnos pensando que estamos ante un problema “grave”, debemos conocer algo básico: en los primeros meses, los bebés comen mucho debido al gran crecimiento que experimentan. Sin embargo, en el segundo año el crecimiento es mucho más lento, según los expertos.
Los padres que desconocen este hecho, piensan que si con un año su bebé ingería una cantidad, en el segundo año debería comer el doble.
Esta asociación errónea, y tomada al margen de la realidad del crecimiento del bebé, crea un “conflicto” inevitable padres-hijo a la hora de la comida, perjudicial para ambos.
Otro dato a tener en cuenta a la hora de valorar si el bebé está comiendo o no lo suficiente, es saber que cuando el pequeño pasa de la alimentación líquida a la introducción de una sólida, ya no necesita ingerir tanto. Ya que están recibiendo una alimentación equilibrada y sana.1
Cada situación puede ser un mundo, por eso es recomendable observar al bebé y analizar su “grado de inapetencia” al detalle.
Una “pista” que puede ser reveladora a la hora de intuir si estamos ante una etapa anecdótica o ante un problema que conviene poner en manos de un experto, es distinguir si el rechazo selectivo, con ciertos alimentos o frente a toda la comida.2
Ya que en el primer caso se puede tratar de un problema conductual y en el segundo, puede deberse a una enfermedad.
Algo crucial, sea el caso que sea, es que cuando nos enfrentemos a esta problemática tengamos claro lo que NO debemos hacer. 2
Las pautas de alimentación emocional son uno de los principales factores a evitar en la buena alimentación del niño.
Por eso, es perjudicial:
- Distraerlos para que coman con un móvil, sonajeros, juguetes con sonidos, etc.
- Persuadir con beneficios reales, que aún no entienden, o mentiras.
- Chantaje: relacionar la comida con premios o cosas ajenas y menos importantes.
- Comer a la fuerza: puede acabar con vómitos, cucharas por el aire, etc.
- Picar entre comidas: comer sin hambre le provocará la sensación de comer forzado.
La próxima vez que tu bebé no quiera comer, esperamos que tengas un poco más claro qué hacer. ¡Y sobre todo, que “no” hacer! 😉
Fuentes:
- 1. “Mi hijo no quiere comer” – Todopapas.com
- 2. Isidro Vitoria, pediatra de la Unidad de Nutrición y Metabolopatías del Hospital La Fé de Valencia. Artículo “¿Qué hago si mi hijo no quiere comer”. Sapos y Princesas (El Mundo).
Rebeca
junio 26, 2019 - 15:04
Me parece muy interesante intentaré probar pero lo de mi hija ya es un caso a parte si por ella fuera solo pecho con 23 meses,ya ni quiere purés de verduras ni de fruta y en trozos menos. Un poco odisea con dos trozos ya está llena. Y a mi a veces me saca de quicio