Nutrición tras un aborto

Sufrir un aborto es una situación complicada que lleva asociado un desgaste físico y mental.
A lo largo de los últimos años se ha observado que la nutrición se relaciona con prácticamente todos los aspectos de nuestra salud. Nuestra alimentación puede ayudar a recuperarnos antes y mejor.
Después de sufrir un aborto, nuestro cuerpo pasa por un estado de recuperación en el que podemos sentir mareos, contracciones y calambres en el estómago, experimentar sangrado y sentirnos con poca fuerza.
Existen multitud de alimentos ricos en zinc, magnesio y folato que nos pueden ayudar a recuperarnos anímicamente tras un aborto
Durante este proceso, la dieta te puede ayudar a recuperarte físicamente (y ayudar también a tu recuperación sentimental ya que ambas están relacionadas). Un aporte adecuado de vitaminas y minerales es más importante de lo que te podría parecer. Las vitaminas nos ayudan a mantener una energía tan necesaria en estos momentos y los minerales pueden ayudarte a sobrellevar ciertos síntomas asociados a esta situación.
Minerales como el zinc (arroz integral, chocolate negro, carne de cerdo, semillas de calabaza…), magnesio (nueces, frutas como el albaricoque, arroz integral…) o folato (verduras de hoja verde, frutos secos, legumbres…) intervienen en el estado de ánimo a través de distintos mecanismos, por lo que su aporte a través de la dieta es importante. El magnesio además puede reducir los calambres asociados a las contracciones del útero para recuperar su tamaño previo.
Otro aspecto relacionado que podemos evitar con la alimentación es la anemia asociada al sangrado a través del consumo de hierro que debe complementarse con un adecuado aporte de vitamina C para que este se absorba sin problemas. Para reponer los depósitos de calcio que se pueden haber perdido, podemos incluir en nuestra dieta los lácteos y sus derivados o alimentos como las sardinas o el brócoli.
Hay que tener en mente que la alimentación es la base de todo y debemos tenerla en cuenta en todos los aspectos de nuestra vida, pero más en ocasiones en las que nuestro cuerpo sufre cambios importantes.
Artículo elaborado por la nutricionista Belén Alonso.